La Federación de Transportadores Argentinos (Fetra), institución que agrupa a los transportistas de cereales, anunció un paro nacional por tiempo indeterminado para el 19 de marzo, que afectará el abastecimiento de granos de las fábricas cerealeras y aceiteras de todo el país.
Marzo marca el comienzo del pico de la temporada. Y si bien las terminales portuarias privadas, que procesan al lado del muelle el cereal que se convertirá en harina o aceite, cuentan con una capacidad de almacenamiento importante, entre 3000 y 4000 camiones llegan en promedio los meses de marzo. Si se considera que cada camión carga 28 toneladas, por cada día de paro son casi 100.000 toneladas de maíz o soja que se dejan de procesar y de exportar.
La Fetra convocó al paro porque "no se cumplió con ninguno de los siete puntos firmados con el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, el 31 de octubre de 2011, que fueron la condición para levantar la medida de fuerza que instrumentamos entonces", señaló Miguel Bettili, secretario de Fetra, a LA NACION.
Los transportistas de cereales reclaman un piso básico tarifario, es decir, una tarifa mínima en todo el país y una herramienta que garantice la cobrabilidad de esa tarifa. Sucede que los acopiadores les descuentan un monto a los productores en concepto de flete, que varía según la cantidad de kilómetros recorridos. Sólo Santa Fe cuenta con un cuadro tarifario sostén, que ronda los $ 25 por tonelada.
"El tema es que no lo cumplen: les cobran la tarifa plena a los productores, pero a nosotros nos descuentan entre un 30 y un 40 por ciento", denunció Bettili.
Los transportistas de cereales advierten que a los productores les descuentan la tarifa plena, y se la cobran a la semana, mientras que el acopio le paga al transportista con descuento y a los 90 días.
Schiavi prometió además incluir en la carta de porte el número de contrato, el precio (con el control por parte de la AFIP), el cupo y su vigencia, "porque suele suceder que nos mandan al puerto y el exportador nos dice que se cayó el cupo, y nos tienen esperando tres días, durmiendo arriba del camión, hasta que podamos descargar", añadió.
Otro de los puntos acordados en octubre remiten a las condiciones de higiene, seguridad en los accesos a los puertos y la salubridad de los transportistas. "Más allá de los robos que sufrimos mientras esperamos durante días descargar, las terminales portuarias fumigan sobre los camiones con fosfina si encuentran bichos en el cereal. Tiran el gas, que es tóxico, y por tres días tenemos que esperar", agregó Bettili.
Asimismo, el Gobierno se había comprometido a crear una línea de crédito para la renovación de la flota de camiones de cereales, la más vieja del país: el parque está compuesto por más de 120.000 camiones de más de 30 años de antigüedad.
"No tenemos ningún tipo de subsidio. Lo único que teníamos era la devolución de los peajes y ya no corre más", concluyó.
Fuentes de la Bolsa de Comercio de Rosario indicaron que marzo "es el comienzo de los meses pico de ingresos de camiones en el sistema. Entra fuerte el maíz y le sigue la soja. En marzo de 2011, fueron 90.100 camiones los que arribaron a primera hora a los puertos, a razón de 4290 por día", señalaron
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