Febrero y marzo llegaron con lluvias que aliviaron la sequía estival que perjudicaba fuertemente a la ganadería nacional. Sin embargo, los campos recién comienzan a recuperarse, y ya se registran bajas en los volúmenes de pasto. También son bajas las producciones de maíz para grano o silo, y el sorgo de pastoreo.
Se calcula una pérdida del 3% en preñez, debido a la falta de forraje. Por ello, productores ganaderos siguen guardando terneras, gracias al mayor número de vientres entorados durante 2011.
Las reservas forrajeras son entre un 40 y 50% inferiores a las de 2011, por lo que los productores compran verdeos de invierno y praderas y rollos, por temor a la llegada de heladas luego de el fuerte calor
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