viernes, 9 de marzo de 2012

Alientan el ingreso en el país de nuevas tecnologías en semillas

En medio de la polémica por la falta de un marco regulatorio que permita la llegada de nuevos eventos biotecnológicos en soja, y en un mercado donde sólo el 37% compra bolsas certificadas y paga un sistema de regalías para este cultivo, de visita por Expoagro los máximos dirigentes de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) se mostraron esperanzados en que pronto haya un cambio en la situación.

En concreto, en este sector están aguardando que ingrese en el Congreso un proyecto consensuado en el marco de la Comisión Nacional de Semillas (Conase) -donde se encuentran representadas las empresas, los productores y el Estado- para modificar el capítulo V de la ley de semillas 20.247.

Esa ley, de 1973, no distinguía entre productores chicos y grandes a la hora de la implementación del "uso propio", una modalidad por la que los productores se pueden guardar la semilla de soja y trigo que cosechan para luego volver a sembrarla en la siguiente campaña.

Pero con la modificación que se acordó en la Conase habrá una diferenciación entre productores pequeños y grandes y una restricción del uso propio para aquellos que tienen capacidad de pagar regalías pero no lo hacen. El proyecto lo presentaría el Poder Ejecutivo.

"Estamos esperando que ingrese el proyecto [en el Congreso] y tenemos esperanza en que se apruebe la modificación", señaló Oscar Domingo, presidente de ASA.

Como novedad, además de la diferenciación entre los tipos de productores, se establecerá una exención en el pago de regalías a los productores pequeños. "Pero para el que pueda pagar, que pague", indicó Miguel Rapela, director ejecutivo de ASA. "Esto pondría un freno al desenfreno del uso propio", agregó Domingo.

Se estima que hoy un 20% del mercado corresponde a la venta de semillas legalmente certificadas y que otro 17% abona regalías extendidas donde las empresas tienen convenios privados con los productores. En total, el mercado formal es del 37%. No obstante, hay un 65% restante que se divide entre el uso propio y la bolsa blanca, que es una semilla ilegal. En Brasil más del 85% es legal.

A todo esto, en el marco de Expoagro trascendió que la multinacional Monsanto ya logró que unos 7000 productores firmaran una carta donde aceptan la posibilidad de pagar regalías si compran la nueva soja RR2YBT (resistente a glifosato e insectos), que el Gobierno aprobaría para su comercialización antes de fines de año. La firma de esa carta representa la siembra de más de 10 millones de hectáreas, más del 60% del área cultivada.

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