Después de casi 48 horas de bloqueo, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne decidió levantar ayer la medida de fuerza que venía realizando para impedir el ingreso de hacienda al Mercado de Liniers en reclamo por la pérdida de puestos de trabajo en el sector frigorífico. El sindicato se reunió con el Gobierno tras la suspensión de la protesta, pero no consiguió ningún acuerdo concreto salvo la promesa oficial de estudiar algunos pedidos, como agilizar las exportaciones de carne, hoy sujetas a un estricto control.
El gremio, conducido por su secretario general, Alberto Fantini, desactivó el bloqueo a las 10. Lo hizo después de recibir una llamada del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que lo convocó a una reunión en esa cartera. Fantini fue a las 14.30 al encuentro, mientras en el Mercado de Liniers quedó una "guardia" de casi 70 operarios de la carne a la espera de los resultados del cónclave en Trabajo.
El sector perdió 8000 empleos en los últimos tres años y al 31 de diciembre pasado otros 2400 trabajadores se encontraban en el régimen de subsidios Repro. Esta situación se produjo por la caída de la faena vacuna en las plantas frigoríficas, que sobrevino tras una fuerte reducción del stock nacional de 12 millones de cabezas entre 2007 y parte de 2010 por la sequía y la intervención oficial en el mercado. En las últimas semanas, la crisis se potenció por el anuncio de la brasileña JBS de cerrar la planta de Swift en Venado Tuerto, que tenía más de 500 operarios. Además, el frigorífico Bel Sud, que opera en territorio bonaerense, despidió a 170 personas.
Anoche, desde el Ministerio de Trabajo calificaron el encuentro con el gremio como "una reunión preparatoria" y no brindaron más detalles. Además, desde el Ministerio de Agricultura se excusaron de hablar con el argumento de que la "comunicación" la iba a manejar el equipo de Tomada.
Sin embargo, según pudo reconstruir LA NACION, el sindicato se llevó del cónclave con Tomada, al que también asistieron funcionarios del Ministerio de Agricultura, entre ellos el subsecretario de Ganadería, Alejandro Lotti, un par de promesas.
En este sentido, el Gobierno accedió a analizar una serie de puntos que el gremio considera claves para que la actividad pueda ponerse en marcha nuevamente, como agilizar la entrega de Registros de Operaciones de Exportación (ROE) para las empresas y una eventual baja de las retenciones a la exportación, que hoy están en el 15 por ciento.
Sin embargo, esos temas están bajo la órbita del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, autor de la intervención en el sector. Precisamente, el Gobierno le pidió al gremio continuar las negociaciones pasado mañana, aunque en las oficinas de Moreno. Será este funcionario quien dé la respuesta final. Ayer circularon versiones de que, en contactos telefónicos con el gremio, Moreno le pidió que abriera un canal de diálogo.
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