lunes, 9 de abril de 2012

Productores buscan alternativas al trigo por mercado intervenido

Según cifras del Ministerio de Agricultura, la cosecha total de cebada superó los cuatro millones de toneladas.
El mercado intervenido del trigo impulsa la siembra de otros cultivos de invierno, pero no se trata sólo de la cebada, cuya producción creció el 38% en la última campaña. Colza, arveja y garbanzo son algunas de las opciones.

María Eugenia Gallegos, del equipo de Research de Roagro SRL, analizó el tema con empresarios agrícolas de la zona norte de Buenos Aires de AACREA, durante una jornada a campo realizada en el establecimiento La Suerte, integrante del CREA Alberdi.

Los productores coinciden en que la cebada tiene varias ventajas. Desde el punto de vista financiero genera un ingreso en diciembre, un momento del año en que es difícil hacerse de dinero con el trigo. Además, sirve para el doble cultivo y ofrece una buena cobertura para el suelo.

Pero lo más importante de todo, a ojos del productor, es que no tiene inconvenientes para venderse, ni ROE, ni trabas a la exportación y tiene una retención del 20%, es decir, tres puntos menos que el trigo.

Por otro lado, «gracias a un precio atractivo que se mantuvo a lo largo de toda la campaña, la cebada forrajera está concentrando el interés de los productores», explicó Gallegos.

Según cifras del Ministerio de Agricultura, la cosecha total de cebada superó los cuatro millones de toneladas.

«El escenario del trigo sigue igual, como todos lo conocen», recordó Gallegos. Aclaró, además, que «el Mercado a Término está cotizando a u$s 154 o u$s 155 para las posiciones de invierno, pero son pocas las operaciones. Los exportadores no están interesados en el trigo disponible».

«De hecho, hoy hablar del trigo viejo es mala palabra, no se puede comercializar», lamentó la analista. Estos factores provocan el comportamiento que lleva a la disminución del área sembrada.

Otra alternativa al trigo estudiada por varios productores es la arveja, aunque hay que considerar que este mercado no tiene demasiados operadores en la demanda como para absorber una sobreproducción.

«Una parte de la arveja se exporta y no tiene problemas de ROE».

«Pero hay que tener cuidado, porque si la intención de siembra es muy alta, probablemente no sea muy fácil la comercialización», comentó Gallegos.

Este cultivo tuvo muy buen valor a lo largo de todo 2011, inclusive en la exportación, pero los mejores precios los paga el consumo interno.

«Se toman muestras, que son analizadas, y sobre esa base se hacen ofertas. Este año vimos que cuando la exportación pagaba u$s 200 la tonelada, el consumo cerca de Rosario ofrecía entre u$s 260 y u$s 270, según la calidad», comparó la especialista.

En el país, el área principal de siembra está en el sur de Santa Fe y de Córdoba, y en el norte de Buenos Aires.

Gallegos consideró al garbanzo como otra alternativa agrícola invernal por evaluar. En el mundo se producen alrededor de ocho millones de toneladas y en la Argentina, el grueso de la producción se exporta.

Según datos del Ministerio de Agricultura, las ventas externas de garbanzo fueron de 47.332 toneladas en 2011, contra 16.602 toneladas de 2010. En el país se siembran unas 20.000 hectáreas y la superficie ha crecido en las últimas campañas.

«Algunos productores han probado con la colza, que dejó un resultado económico muy interesante», comentó Gallegos, y explicó que el mercado se ha atomizado en los últimos años.

Destacó que «hoy existen varios compradores y precio mucho más estable a lo largo del año».

«Si bien requiere una fuerte inversión, cuando se analiza el precio histórico resulta un cultivo muy interesante para diversificar el riesgo agrícola», agregó

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