sábado, 28 de abril de 2012

El uso de fertilizantes tiene nuevo piso

El consumo de fertilizantes marcó un nuevo récord, aunque sea por mínima diferencia: fueron 3,72 millones de toneladas de productos, contra el récord anterior de 3,71 Mt en 2007.

Durante 2011, el consumo de fertilizantes marcó un nuevo récord, aunque sea por mínima diferencia: fueron 3,72 millones de toneladas de productos, contra el récord anterior de 3,71 Mt en 2007, según las estadísticas que elabora la Cámara de la Industria Argentina de los Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa).

En verdad, el mercado hubiera consumido bastante más de no haber sido porque no se llegó a concretar toda la intención de siembra del maíz, gran consumidor de nutrientes, y porque la sequía  en el arranque del verano cortó buena parte de los planes de fertilización. “Era una campaña para  llegar a las 4 millones de toneladas”, señala Pablo Pusetto, presidente de la Asociación Civil Fertilizar.

Si bien puede haber un pequeño desfasaje entre la consideración del consumo por año calendario o  por campaña, la noticia del récord es menor frente a dos elementos muy significativos que arroja el  informe de Ciafa: cada vez se usan más nutrientes y la participación de la industria nacional es creciente.

A comienzos de los 90, la agricultura argentina apenas si consumía 300.000 toneladas por año. Había una permanente descapitalización de esa cuenta bancaria que son los nutrientes que tiene el suelo; como consecuencia se estaba lejos de alcanzar los límites productivos de la genética vegetal.

Es decir cosechábamos relativamente pocos quintales por hectárea y a costa de exportar los nutrientes del suelo.

La primera década del siglo XXI arrancó con un consumo en torno de 1,7 millón de toneladas de  fertilizantes, pero donde el 90% era importado.

Habíamos mejorado el equilibrio entre reposición y extracción y levantado el nivel de rendimientos, pero dependíamos del insumo externo.

Ahora arrancamos la segunda década con lo que debería ser un piso de 3,7 Mt, marcando un crecimiento de 217% respecto del piso anterior

La siembra de colza crecería en un 100%

Los productores buscan alternativas invernales para cubrir las hectáreas que continúa perdiendo el trigo. Infocampo dialogó con 2 técnicos para conocer más a fondo sobre el manejo del cultivo.
Ya comenzada la trilla de granos grueso, los productores empiezan a planificar lo que será una nueva campaña.

Una de los cultivos de invierno que más crecerá en superficie es la colza. Para esta campaña, se estima que las hectáreas sembradas se van a duplicar con respecto al año pasado.

Mientras que la campaña 2011-12 fue entre 45.000 y 55.000 hectáreas, para este año prevén que llegará a las 100 mil hectáreas.

Así es como José Luis Albero, director técnico de Al High Tech, destacó que la creciente siembra de cultivos especiales ayuda el conjunto de la producción porque aumenta la biodiversidad y reparte  el riesgo en distintos mercados. 

La colza no sólo va a aumentar en las zonas tradicionales, como el sudeste de Buenos Aires, sino que se estima que crecerá en zonas núcleos productivas.

“Antes, los exportadores compraban sólo en el puerto de Quequén, pero en la actualidad comenzaron a comprar en el puerto de Rosario, haciendo más accesible esas zonas aledañas”, destacó.

En cuanto al manejo de la oleaginosa, el gerente de Desarrollo de Sursem, Horacio Bienzobas, subrayó que una buena implantación es gran parte del  éxito del cultivo, además de controlar plagas y manejar los requerimientos de fertilizantes como nitrógeno, fósforo y sobre todo, azufre. 

La siembra de colza depende de qué materiales se utilicen, tanto si son invernales o primaverales.

Los materiales invernales son los que más tempranamente se siembran para que puedan cubrir sus requerimientos de frío y la densidad de siembra tendría que ser entre 50 a 55 plantas a lograr por  metro cuadrado.

Los materiales primaverales se pueden sembrar más tarde logrando entre 70 a 80 plantas por metro cuadrado.

“En siembra directa hay que tener cuidado con el manejo del volumen del rastrojo del cultivo antecesor. Es una semilla pequeña y no se debe sembrar a más  de 2 a 3 cm de profundidad”, destacó

lunes, 9 de abril de 2012

Productores buscan alternativas al trigo por mercado intervenido

Según cifras del Ministerio de Agricultura, la cosecha total de cebada superó los cuatro millones de toneladas.
El mercado intervenido del trigo impulsa la siembra de otros cultivos de invierno, pero no se trata sólo de la cebada, cuya producción creció el 38% en la última campaña. Colza, arveja y garbanzo son algunas de las opciones.

María Eugenia Gallegos, del equipo de Research de Roagro SRL, analizó el tema con empresarios agrícolas de la zona norte de Buenos Aires de AACREA, durante una jornada a campo realizada en el establecimiento La Suerte, integrante del CREA Alberdi.

Los productores coinciden en que la cebada tiene varias ventajas. Desde el punto de vista financiero genera un ingreso en diciembre, un momento del año en que es difícil hacerse de dinero con el trigo. Además, sirve para el doble cultivo y ofrece una buena cobertura para el suelo.

Pero lo más importante de todo, a ojos del productor, es que no tiene inconvenientes para venderse, ni ROE, ni trabas a la exportación y tiene una retención del 20%, es decir, tres puntos menos que el trigo.

Por otro lado, «gracias a un precio atractivo que se mantuvo a lo largo de toda la campaña, la cebada forrajera está concentrando el interés de los productores», explicó Gallegos.

Según cifras del Ministerio de Agricultura, la cosecha total de cebada superó los cuatro millones de toneladas.

«El escenario del trigo sigue igual, como todos lo conocen», recordó Gallegos. Aclaró, además, que «el Mercado a Término está cotizando a u$s 154 o u$s 155 para las posiciones de invierno, pero son pocas las operaciones. Los exportadores no están interesados en el trigo disponible».

«De hecho, hoy hablar del trigo viejo es mala palabra, no se puede comercializar», lamentó la analista. Estos factores provocan el comportamiento que lleva a la disminución del área sembrada.

Otra alternativa al trigo estudiada por varios productores es la arveja, aunque hay que considerar que este mercado no tiene demasiados operadores en la demanda como para absorber una sobreproducción.

«Una parte de la arveja se exporta y no tiene problemas de ROE».

«Pero hay que tener cuidado, porque si la intención de siembra es muy alta, probablemente no sea muy fácil la comercialización», comentó Gallegos.

Este cultivo tuvo muy buen valor a lo largo de todo 2011, inclusive en la exportación, pero los mejores precios los paga el consumo interno.

«Se toman muestras, que son analizadas, y sobre esa base se hacen ofertas. Este año vimos que cuando la exportación pagaba u$s 200 la tonelada, el consumo cerca de Rosario ofrecía entre u$s 260 y u$s 270, según la calidad», comparó la especialista.

En el país, el área principal de siembra está en el sur de Santa Fe y de Córdoba, y en el norte de Buenos Aires.

Gallegos consideró al garbanzo como otra alternativa agrícola invernal por evaluar. En el mundo se producen alrededor de ocho millones de toneladas y en la Argentina, el grueso de la producción se exporta.

Según datos del Ministerio de Agricultura, las ventas externas de garbanzo fueron de 47.332 toneladas en 2011, contra 16.602 toneladas de 2010. En el país se siembran unas 20.000 hectáreas y la superficie ha crecido en las últimas campañas.

«Algunos productores han probado con la colza, que dejó un resultado económico muy interesante», comentó Gallegos, y explicó que el mercado se ha atomizado en los últimos años.

Destacó que «hoy existen varios compradores y precio mucho más estable a lo largo del año».

«Si bien requiere una fuerte inversión, cuando se analiza el precio histórico resulta un cultivo muy interesante para diversificar el riesgo agrícola», agregó

Prevén alzas de precios para granos y carnes

La demanda mundial de alimentos apuntalará el valor de los precios de los commodities agrícolas, y fortalecerá el valor de productos tales como los biocombustibles, aceites, carnes y lácteos durante la próxima década. Así lo indicó un informe de la Fundación Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (Inai). El incremento en los precios también beneficiaría a materias primas como los cereales y las oleoginosas apoyado en la demanda sostenida de alimentos
En el caso de la Argentina, el estudio prevé un incremento de casi un 10 por ciento en el número de hectáreas cosechadas hasta alcanzar las 33,7 millones en el 2021, año para el cual se pronostica una producción que tocaría los 126,2 millones de toneladas.

Más allá del incremento superior al 25 por ciento que presentaría la producción granaria para los próximos diez años; en igual período, los técnicos del Inai apuestan a alcanzar una producción de carne vacuna de 3,2 millones de toneladas, cifra que exhibiría un alza del 23 por ciento en casi una década.

Por ello, la Argentina se vería beneficiada por la suba de precios que podrían devenir en la próxima década: se prevén un aumento del 1,1 por ciento en maíz, 1,5 por ciento en trigo, y 1,8 por ciento en soja.

En carnes, la previsión sería alcanzar subas del 1,7 por ciento para la producción porcina, de un 2,1 por ciento para la bovina y del 2,9 por ciento para la carne aviar.

La banca estadounidense de inversión Goldman Sachs aventuró para el corto plazo una suba de los precios a futuros de la soja en el Mercado de Chicago ante la expectativa de siembra que presenta la oleaginosa en Estados Unidos por parte del Departamento de Agricultura de este país (Usda).

La consultora calculó que la oleaginosa contará con un valor de 525 dólares por toneladas para operaciones realizadas dentro de un período de seis a doce meses, y mantuvo la proyección de 271 dólares para el maíz y 249,8 dólares para el trigo para los próximos tres meses.

Muchos especialistas internacionales atribuyen la crisis económica, iniciada en el 2008 en Europa y Estados Unidos y que aún continúa hasta el presente, en el alto nivel de precios que experimentaron los commodities, sin olvidar el impacto que tuvo sobre los mercados financieros y de hipotecas.

También la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) asegura que hasta el 2020 se observaría un alza del 20 por ciento en los precios de los cereales y de un 30 por ciento para el caso de las carnes.

Según la FAO, esto estaría apoyado en la creciente demanda de alimentos y combustibles, producto del efecto de costos que provocará la demanda de energía.

Para el Inai, hasta el 2021 también se prevé alzas del 2,1 por ciento para el precio mundial del azúcar y del 1,7 por ciento para el algodón, al tiempo que está tendencia también se verificaría para productos como la cebada (1,4 por ciento) y colza (2,4 por ciento).

El segmento lácteo también se beneficiaría con aumentos del 1,7 por ciento durante el período 2012-2021 para la leche en polvo entera, y del 0,7 por ciento para el valor de los quesos.

Los más beneficiados serían los precios de los diferentes aceites: el de soja aumentaría su valor en un 3,2 por ciento hasta el 2021 y el de colza registraría un alza del 3,4 por ciento.

En tanto que la previsión es que todo el segmento de las harinas registrarían una caída promedio del 1 por ciento, con las mayores mermas para los valores de las harinas de colza y de maní (-1,4 por ciento).

Según el informe de Inai, la producción cárnica argentina crecería en la próxima década en un 1,7 por ciento en la actividad bovina y un 1,8 por ciento en la aviar.

Al mismo tiempo que se estima que la elaboración de biodiesel aumentaría un 5,5 por ciento hasta el 2021, y se prevén aumentos en la producción granaria: arroz (2,4 por ciento), soja y cebada (2 por ciento), maíz y trigo (1,6 por ciento), y girasol (1,3 por ciento).

Cae la estimación de cosecha de soja por la sequía en el norte del país

Unas 200 mil hectáreas de esa zona no podrán ser cosechadas por los estragos de la sequía. El sur Santa Fe, este de Córdoba y norte de Buenos Aires tendrán los mejores resultados
La sequía que afectó la cosecha de soja del ciclo 2011/12 tuvo especial impacto en el norte del país, donde se perdieron totalmente unas 200.000 hectáreas sembradas con el cultivo.

En paralelo, los rendimientos en las hectáreas que se puedan cosechar caerán considerablemente por debajo de los valores registrados el año pasado.

Con una cosecha de soja valuada en torno de los u$s 520 por tonelada, el recorte de ingresos en esta región será grave, además de que restará al balance total de la producción nacional, y por tanto, a la percepción de retenciones a las exportaciones, que para el caso del poroto de soja son de 35 por ciento.

Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en Chaco, Formosa y la mitad este de Santiago del Estero se perdieron unas 167.000 hectáreas de las 1,93 millones de hectáreas sembradas con soja, mientras que en Salta y Tucumán se perdieron cerca de 130.000 hectáreas sobre un total de 1,26 millones de hectáreas implantadas.

En paralelo, los rendimientos de este año son un tercio menores en el caso de Salta y Tucumán (11 quintales por hectárea) y se recortaron casi a la mitad en Chaco, Formosa y el este de Santiago del Estero (a 15,3 quintales por hectárea), con referencia a igual mes del año pasado.

Con este desempeño, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó su estimación de cosecha de soja nacional de 44,5 millones de toneladas a 43,1 millones. Según dijo, las pérdidas del norte fueron determinantes.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantuvo la semana pasada su estimación en 45 millones de toneladas de soja. En total, de las 18,85 millones de hectáreas sembradas con el cultivo estrella de la Argentina se cosecharán 470.000 hectáreas menos. El grueso de la cosecha provendrá de la zona núcleo: el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y el sur-este de Córdoba. Esta región cosechará un total de 6 millones de hectáreas que, según los rendimientos vistos hasta el momento, alcanzarán una producción de 13 millones de toneladas, es decir, cerca del 30% de la cosecha nacional.

El resto de la provincia de Córdoba aportará buena parte de la producción nacional de la oleaginosa: con otras 3,5 millones de hectáreas cosechables con buenos rendimientos, sumará otras 5 millones de toneladas a la cosecha nacional.

El norte de La Pampa, oeste de Buenos Aires y centro y norte de Santa Fe serán las regiones que siguen en el ranking por sus aportes al balance de la cosecha de soja para 2012.

En términos de rendimientos por hectárea, el recorte es generalizado a nivel nacional, y especialmente importante en algunas zonas. Esta baja es consecuencia directa de la escasez de precipitaciones.

A esta altura, el año pasado, la Bolsa de Cereales calculaba un rendimiento promedio de 31,6 quintales por hectárea, mientras hoy es de 20 quintales por hectárea. Sin embargo, cabe destacar que el promedio bajó fuertemente por las hectáreas que comenzaron a cosecharse en el norte del país, mientras que buena parte del centro y sur de la zona agrícola nacional aún no aportó datos para esta estadística porque la cosecha comenzará en los próximos días. Según la Bolsa de Cereales, sólo se había cosechado al viernes pasado 5,4% de la superficie nacional apta para recolección

Unión Europea: Exportación de carne sin aranceles

Argentina podría ser uno de los países habilitados para acceder a esta nueva cuota
Argentina sería uno de los países habilitados para poder acceder a una veta en el negocio de la exportación de carne: una cuota de 45.000 toneladas para vender a Europa carne terminada en feedlots, el sistema de engorde a corral que hoy aporta el 50% de la faena total, según informa La Nación.

En el listado de países que compiten por participar de esta cuota se encuentran Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Uruguay.

A diferencia de la Cuota Hilton, de unas 30.000 toneladas de cortes de alta calidad y para animales criados a pasto, la nueva cuota permite colocar carne de animales que fueron confinados en corrales y terminados con distintos granos. Además, tiene un 0% de aranceles, contra el 20% que paga la Hilton.

Argentina ya ha realizado todas las presentaciones correspondientes a la habilitación de esta cuota y ahora aguarda los resultados. "Esperamos que sea para antes de fines de año (la habilitación)", señaló Rodrigo Troncoso, gerente general de la Cámara Argentina de Feedlot